¿Cómo elegir a tu capitán de fútbol? El capitán tiene un papel decisivo en la vida de grupo. Es un relevo del entrenador, un relevo de sus compañeros de equipo. Sería insultante reducir su tarea a las tareas administrativas antes y después del juego. El uso del brazalete es algo que se puede ganar, generalmente ligado a la ejemplaridad del jugador. En este artículo verás lo que hace un buen capitán. Con este extracto de mi última guía «la mejor manera de entrenar», este artículo arroja algo de luz sobre el tema.
1. EL PRIMER RELEVO
A primera vista, suele ser muy fácil designar a tu capitán si conoces a tu grupo desde hace algún tiempo. De hecho, se libera de forma natural. No es algo que se impone lo que hace que un jugador se convierta en líder. Es su capacidad de ser un guía a lo largo del tiempo lo que hará que el grupo lo elija naturalmente.
A menudo oímos que la posición de capitán no puede asignarse a una u otra posición. Es importante saber que esto es totalmente falso y que un guardameta puede jugar el papel de un centrocampista defensivo o de un atacante. Todo se trata de liderazgo.
Primero, el capitán conoce bien a sus compañeros de equipo. No debe ser aislado en un grupo o mezclado sólo con algunos. Ser capitán es un asunto relacional, saber hablar correctamente según las circunstancias, cómo imponer tus ideas pero también cómo escuchar. No todos los jugadores pueden hacer esto. Es una inteligente mezcla de empatía y autoridad. Requiere un alto grado de apertura.
Este jugador debe ser el cemento del grupo que une todos los componentes de su equipo. Esto requiere determinación y voluntad. Porque los eventos de una temporada son numerosos y pueden debilitar a un grupo, arriesgándose a que explote. El capitán debe entonces poner toda su fuerza en ello, debe ser capaz de ser siempre exigente consigo mismo, ejemplar. Es en cada momento de la temporada cuando demostrará ser un líder. Podrá adaptar su comportamiento, su mensaje, su relación con el grupo en función de un cambio de escenario o de una bella época.
2. PARA FACILITAR LA COMUNICACIÓN
El capitán es, por supuesto, un buen comunicador. Lejos de mí decir que podrá dar discursos en solitario de 45 minutos! Simplemente está constantemente atento a todo el mundo: motivando, animando, reformulando a sus compañeros de equipo. Debe ser capaz de encontrar las palabras todo el tiempo para posicionarse porque eso es lo que sus compañeros de equipo esperan de él. Si su líder no reacciona, el grupo queda libre para elegir su reacción y puede haber varios de ellos.
Es un ejemplo para los demás y ¿qué puede ser mejor que la imagen de un jugador combativo que sabe cómo cuestionarse a sí mismo? Si puede demostrar sus cualidades, puede traer el flujo de otros jugadores detrás de él. Por lo tanto, debe ser inamovible y estar motivado en cada salida del equipo. Su carisma debe inspirar al resto de sus compañeros con la voluntad de darlo todo por el club. El cuestionamiento permite progresar. Es el principal obstáculo para una evolución positiva de las habilidades de juego de tu equipo. Un jugador que nunca se cuestiona a sí mismo nunca progresará. El capitán debe estar dotado al menos de esta cualidad porque tendrá una visión objetiva del rendimiento de su equipo.
Con todos estos criterios tienes toda la gama de cualidades de un buen capitán: carisma, diálogo, respeto.
Me imagino que después de esta lectura has confirmado tu elección o bien tienes una muy buena idea del jugador que cumple perfectamente con estos criterios.
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Me apasiona el fútbol, pero más concretamente la formación futbolística. Durante más de 10 años, he estado aprendiendo, aplicando e intercambiando todo lo que puedo para mejorar constantemente mi enfoque de la gestión de grupos. Con este sitio, me propongo proporcionar tanta información como sea posible a los entrenadores en busca de apoyos para ser más eficaces.