Todos los entrenadores que buscan una salida limpia de balón como base de su modelo de juego, queriendo imitar el juego de posición del F.C. Barcelona tienen como principal problema el juego con el pie de sus porteros, la técnica de los centrales, buen perfil del medio centro, correctos controles, pases y conducciones son la clave para lograrlo. Con este juego de posición seguro que resultará más sencillo conseguirlo.
Del juego de posición se ha escrito mucho, precursores en la actualidad son Guardiola, Lillo, Oscar Cano entre otros, personalmente lo entiendo como la disección del modelo de juego de un equipo, trabajar de manera analítica movimientos en una parcela del terreno de juego.
Aquí podemos observar en un partido real, Ad Huracán – Ud Las Palmas, final del Campeonato de Canarias Cadete, la puesta en práctica del ejercicio de entrenamiento, juego de posición para salida de balón, en este caso frente a dos puntas.
El siguiente ejercicio reproducirá la situación que se encontraran los centrales el portero y el medio centro del equipo que intenta sacar el balón jugado, contra una presión que podría ser el punta y el media punta rival o dos puntas.
DESARROLLO JUEGO DE POSICIÓN: Porteros Comodines en un espacio de 20 x 20 m trabajan 7 jugadores: dos porteros (comodines, por fuera) un medio centro (comodín, por dentro) y 4 jugadores, por dentro, (preferiblemente centrales) divididos en 2 equipos de 2 integrantes cada uno. Los comodines siempre van con el equipo en posesión y no pueden ingresar al espacio de juego. El ejercicio consiste en mantener la posesión, usando solo 2 toques, intentando contactar a ambos comodines (porteros) evitando la presión del equipo que no tiene la pelota. Tienen que tocarla ambos integrantes del equipo antes de pasarla hacia el otro arquero. Cada vez que ambos arqueros tocan la pelota se suma un punto el equipo que tiene la posesión.
INCIDIR EN: -Desplazamientos laterales, coordinación y elección de perfiles adecuados para continuidad y seguridad en el juego -Temporizar el juego el tiempo que sea necesario para no comprometer al portero o al compañero con un pase complicado (corto, elevado, etc.)