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Lección de Entrenamiento: Manchester United

La sección de entrenadores vuelve a estar en el punto de mira con el regreso a los octavos de final de la Liga de Campeones. ¿Y qué podría ser mejor en términos tácticos que un equipo Manchester United – Real Madrid liderado por dos de los mejores técnicos? Ferguson y Mourinho. Una mirada retrospectiva a una de las conmociones de esta temporada.

Los compuestos

Manchester United: De Gea – Rafael (Valencia, 87), Ferdinand, Vidic, Evra – Carrick, Cleverley (Rooney, 73) – Nani, Welbeck, Giggs – Van Persie. Entrenador: Alex Ferguson.

Real Madrid: Diego López – Arbeloa (Modric, 59), Varane, Ramos, Coentrao – Xabi Alonso, Khedira – Di Maria (Kaká, 45), Özil (Pepe, 71), Ronaldo – Higuaín. Entrenador: José Mourinho.

Por el lado inglés, Ferguson alineó un 4-4-2 con Carrick y Cleverley en el mediocampo defensivo sobre una línea, Nani y Giggs en los pasillos y delante de Welbeck un poco más abajo que Van Persie.

Frente a Mourinho había optado por un 4-1-4-1, Alonso por delante de la defensa, luego el cuarteto Khedira, Ozil Dimaria Ronaldo y finalmente Higuaín solo al frente.

El partido

La primera mitad fue de una ciencia táctica increíble. Manchester sin cerrar la jugada había optado por una espera defensiva ilustrada por una presión defensiva. El objetivo: evitar a toda costa el eje del oponente obligándolo a pasar por los lados. Vimos un bloque mancuniano en sus 30m, respetando una doble línea de 4 e incluso a veces en retirada directa con una línea de 6, esto se explica por un refuerzo axial de la defensa: los dos defensores laterales tensaron todo el eje y los mediocampistas laterales bajaron una muesca casi en su lugar. Carrick y Cleverley se colocaron en la primera cortina de manera que formaron un cuadrado con los respaldos centrales donde era imposible que los jugadores madrileños encontraran apoyo…. Van Persie se mantuvo totalmente concentrado, mientras que Welbeck impidió que el relanzamiento pasara a través de Alonso al presionarlo sistemáticamente en préstamo. Entonces, una sola solución: pasar por los lados.

Como resultado, la preocupación de los madrileños era su juego predecible. Porque ante la colocación correcta del oponente, es imposible encontrar la solución. Muy poco movimiento pero sobre todo muy pocos espacios para encontrar la velocidad de juego. El atasco de tráfico en todos los ejes con esta falta de variación en las llamadas no permitió que la defensa del oponente se viera sacudida en absoluto. El juego era entonces muy lateral, lento y por lo tanto predecible, permitiendo a los mancunianos colocarse en silencio.

Madrid es un equipo experto en fases de transición. En otras palabras, sabe aprovechar al máximo el tiempo entre la fase defensiva y la ofensiva. La calidad técnica de sus jugadores y su rápida y constante movilidad hacen que en 2-3 pases el Madrid pueda pasar de una situación peligrosa ante su portería a una acción clara al otro lado del campo.

El plan de Ferguson era entonces perfecto, hasta dos hechos de juego.

1) La herida de Di María que resultó en la entrada de Kaká, también añado a eso la entrada simultánea de Modric.

2) Expulsión de Nani.

Molestaba el resto del juego. Manchester se vio obligado a encontrar una solución. Porque Nani fue muy valioso en su reemplazo, especialmente cuando vino a apretar el eje manchuniano en los desbordamientos del lado derecho. Así que Ferguson deslizó a Welbeck a su casa. Pero esta salida más que deshacer el sistema rojo ha roto sobre todo el rigor inglés. Welbeck no tuvo el mismo impacto que su compañero de equipo y la rigurosa colocación probablemente había desaparecido en la irritación roja. Además, Van Persie tampoco compensó la retirada del soldado Welbeck de Xabi Alonso. Éste tenía todo el tiempo del mundo para marcar el ritmo.

Mourinho respondió a esta situación principalmente con la entrada y colocación de Modric. El croata se encargó de la organización y se llevó el juego por su cuenta con mucho espacio. Vino a bajar los globos lo suficiente y los subió. Además, delante de él, Kaká Ronaldo y Ozil continuaron cambiando para proponer, a espaldas del doblete defensivo, que ella perdiera el hilo del partido. Como resultado, los rojos tuvieron dificultades para seguir al trillizo madrileño, que se alegró mucho de cubrir sus huellas. La fatiga que ayuda a Manchester ha dejado cada vez más espacios que han beneficiado tanto a Modric como a los axiales. El Madrid ganó su partido aquí marcando el ritmo. Los cambios de ritmo se produjeron gracias a la calidad técnica de los jugadores madrileños con una perfección en los controles – pases – movimientos.

Mourinho lo admitirá al final del partido. Su equipo ganó porque un hecho del juego cambió todo el esquema táctico. La lucha estaba entonces totalmente desequilibrada. Todavía era necesario saber cómo aprovechar este momento trayendo al jugador adecuado y modificando su dispositivo correctamente. Justo antes de la expulsión, fue Benzema quien tuvo que entrar, por lo que Mourinho tuvo el reflejo y la lucidez de revisar sus planes, demostrando una vez más que en el fútbol, el cuestionamiento es una de las principales cualidades tanto de un jugador como de un entrenador.

Me apasiona el fútbol, pero más concretamente la formación futbolística. Durante más de 10 años, he estado aprendiendo, aplicando e intercambiando todo lo que puedo para mejorar constantemente mi enfoque de la gestión de grupos. Con este sitio, me propongo proporcionar tanta información como sea posible a los entrenadores en busca de apoyos para ser más eficaces.